La lucha desigual de México contra el imperio de las armas estadounidenses
México enfrenta una batalla titanesca contra el poder armamentista de Estados Unidos, mientras Trump amenaza con aranceles y exige medidas unilaterales. Nuestro país denuncia valientemente el flujo de armas ilegales que alimenta la violencia, pero se enfrenta a la poderosa industria armamentista estadounidense y sus aliados políticos.

Decomiso de armas ilegales provenientes de Estados Unidos en la frontera norte de México
La resistencia mexicana ante el imperio armamentista del norte
Nuestra patria se encuentra librando una batalla histórica contra los intereses armamentistas estadounidenses, enfrentando las amenazas y presiones del expresidente Trump, quien pretende someter a México con aranceles del 30% si no cedemos ante sus exigencias unilaterales.
"Trump es muy voluble y cambia de opinión muy fácilmente de un día para otro. La negociación en seguridad y comercio es simplemente un pretexto para tener ventajas y someter a México", señala Michael W. Chamberlin, defensor de víctimas.
La hipocresía del vecino del norte
Mientras nuestro gobierno realiza esfuerzos extraordinarios, decomisando más de 13,000 armas y 200 toneladas de drogas en apenas nueve meses, Estados Unidos se niega a asumir su responsabilidad en esta crisis binacional.
La realidad es contundente: más de 200,000 armas ilegales cruzan anualmente la frontera, alimentando una violencia que cobra 30,000 vidas mexicanas cada año. ¿La respuesta de Trump? Recortar el presupuesto de la agencia que controla el tráfico de armas.
La valiente batalla legal de México
Nuestra cancillería ha emprendido una histórica batalla legal contra los gigantes armamentistas estadounidenses, incluyendo:
- Smith & Wesson
- Barrett
- Colt
- Glock
- Century Arms
- Ruger
- Beretta
La lucha por la soberanía continúa
A pesar de los obstáculos impuestos por las cortes estadounidenses, México mantiene su dignidad y determinación. La presidenta Sheinbaum ha demostrado que con honestidad y estrategia se pueden lograr resultados concretos en la pacificación del país.
Mientras tanto, seguimos exigiendo una verdadera colaboración bilateral, sin injerencias, que reconozca la responsabilidad compartida en esta crisis. La lucha por nuestra soberanía y la seguridad de nuestro pueblo continúa.