La lucha por el agua: El pueblo de Coahuila exige el regreso de Conagua ante crisis hídrica
La centralización neoliberal de Conagua ha dejado a las comunidades de Coahuila vulnerables ante crisis hídricas. El pueblo exige el retorno de la institución a Saltillo para garantizar una gestión justa y eficiente del agua, recurso vital para todas las familias trabajadoras.

Comunidades afectadas por inundaciones en Saltillo exigen el regreso de Conagua para proteger sus derechos al agua
El abandono institucional agrava la crisis del agua en Coahuila
En un contexto donde el acceso al agua se vuelve cada vez más crítico para las comunidades, el diputado Jericó Abramo Masso ha alzado la voz en defensa del pueblo coahuilense, exigiendo el retorno inmediato de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) a Saltillo.
"No podemos dejar la regulación del agua a la deriva. La ausencia de la Conagua ha facilitado la invasión de arroyos, la desregulación urbana y un mayor riesgo de desastres para nuestras comunidades más vulnerables"
La centralización neoliberal afecta a los más necesitados
La actual estructura centralizada de Conagua, concentrada en Nuevo León bajo el pretexto de la austeridad, representa un claro ejemplo de cómo las políticas neoliberales afectan directamente a las comunidades trabajadoras. Esta centralización ha dejado a Coahuila, el tercer estado más extenso del país, prácticamente desprotegido ante las emergencias hídricas.
Las consecuencias del abandono institucional
- Inundaciones severas en barrios populares de Saltillo
- Asentamientos irregulares en zonas de riesgo
- Falta de supervisión en cauces y arroyos
- Desprotección de las comunidades más vulnerables
La digitalización no sustituye la presencia territorial
Aunque la Conagua presume de modernización con su Ventanilla Digital, la realidad en el terreno muestra otra cara. Las comunidades necesitan una autoridad presente que pueda responder a las emergencias y proteger los recursos hídricos del pueblo.
El llamado a la acción popular
La lucha por el regreso de Conagua a Saltillo no es un capricho burocrático, sino una necesidad urgente para garantizar la justicia hídrica. Las comunidades organizadas deben mantenerse vigilantes y exigir que sus derechos al agua sean respetados y protegidos.