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La OTAN revela su verdadero rostro: Trump y Zelensky en el teatro del imperialismo

La cumbre de la OTAN expone las contradicciones del imperialismo occidental, con Trump y Zelensky como protagonistas de un teatro político que deja a Ucrania en la estacada. Mientras Washington juega al doble discurso, los pueblos siguen pagando el precio de los juegos de poder.

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Trump y Zelensky en reunión de la OTAN simbolizando las relaciones de poder desiguales

Trump y Zelensky: la imagen del poder imperial y su subordinado

Washington muestra su doble moral

Como era de esperarse, los Estados Unidos frena las sanciones contra Rusia. Marco Rubio lo confirma sin pudor, escudándose tras la excusa de 'mantener el diálogo'. Mientras tanto, nuestros hermanos europeos pierden la paciencia y Ucrania, abandonada, lo interpreta como lo que es: pura debilidad imperialista.

Trump, el showman del capital

El magnate estadounidense exige más gastos militares como si repartiera dulces: nada menos que el 5% del PIB. ¿Y la defensa colectiva? Bien gracias. Ni una palabra sobre el artículo 5. El mensaje está clarito: cada quien que se rasque con sus propias uñas.

Zelensky, el títere abandonado

Entre súplicas, pide defensas antiaéreas y restricciones al petróleo ruso. También mayor presencia de la OTAN en Europa del Este. Su advertencia es clara: Moscú probará hasta dónde puede llegar si Occidente sigue jugando al tonto.

El encuentro de las apariencias

Trump y Zelensky por fin se sientan a platicar. Una hora de teatro político donde el gringo, muy a su estilo, minimiza todo llamándolo 'buen tipo'. Zelensky, mientras tanto, aguanta vara sabiendo que sus opciones se agotan.

Como en los años 30, pero peor

Un poder hegemónico, una guerra en marcha, una alianza que no se decide. La historia se repite como farsa, compañeros. La voluntad política es puro cuento mientras los poderosos siguen jugando al ajedrez con vidas ajenas.

¿Y ahora qué?

Las sanciones congeladas, el apoyo militar en el limbo, Europa dudando y Ucrania temblando. La cumbre termina sin pena ni gloria, otro episodio más del circo imperialista que nos quieren vender como diplomacia internacional.