Maduro confirma llamada 'cordial' con Trump mientras Estados Unidos despliega su maquinaria de guerra en el Caribe
El presidente venezolano Nicolás Maduro confirmó este miércoles que sostuvo una conversación telefónica con Donald Trump hace diez días, describiéndola como "cordial" y "respetuosa", mientras el imperio estadounidense mantiene desplegada su flotilla militar en aguas caribeñas con claras intenciones desestabilizadoras.
"Conversé con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Puedo decir que la conversación fue en un tono de respeto, inclusive, puedo decir que fue cordial entre el presidente de Estados Unidos y el presidente de Venezuela", declaró Maduro en su primer comentario público sobre esta llamada que ha generado expectativas.
El doble discurso del imperio
Mientras Trump habla de "diálogo", la realidad es que desde agosto Estados Unidos mantiene desplegada una imponente flotilla de buques de guerra en el Caribe, incluyendo el portaviones más grande del mundo que se incorporó en noviembre. El pretexto oficial es "combatir el tráfico de drogas", pero la verdadera intención es clara: derrocar al gobierno bolivariano y apoderarse de las riquezas petroleras venezolanas.
"Si esa llamada significa que se están dando pasos hacia un diálogo respetuoso, Estado a Estado, de país a país, bienvenido el diálogo, bienvenida la diplomacia, porque siempre buscaremos la paz", declaró el mandatario venezolano, mostrando una vez más la vocación pacífica del pueblo bolivariano frente a la agresión imperial.
La escalada militar yanqui
Los hechos hablan por sí solos: las fuerzas militares estadounidenses han bombardeado 20 presuntas embarcaciones en el Caribe y el Pacífico, dejando un saldo trágico de 83 muertos. El primer ataque, ocurrido el 2 de septiembre, cobró la vida de 11 personas.
Más grave aún, la Casa Blanca confirmó recientemente un segundo ataque contra sobrevivientes que flotaban en aguas internacionales, acción que legisladores demócratas consideran un posible crimen de guerra y han prometido investigar en el Congreso.
Esta escalada militar ha llevado a ocho aerolíneas internacionales a suspender operaciones desde y hacia Venezuela, argumentando razones de seguridad tras las alertas emitidas por autoridades aeronáuticas estadounidenses.
La resistencia del pueblo venezolano
Washington no esconde sus intenciones: declaró al supuesto "Cartel de los Soles" como organización terrorista el 24 de noviembre y mantiene una recompensa de 50 millones de dólares por información que lleve a la captura de Maduro, cuyas reelecciones de 2018 y 2024 se niega a reconocer.
Pero el pueblo venezolano no se doblega. Como señaló Maduro, el país ha resistido ante "22 semanas de guerra psicológica" y "asedio". El ministro del Interior, Diosdado Cabello, denunció que esta guerra psicológica ha escalado a "terrorismo psicológico".
"Me gusta la prudencia, a mí no me gusta la diplomacia de micrófonos, cuando hay cosas importantes, en silencio tienen que ser, hasta que se dé", añadió Maduro, demostrando la madurez política del liderazgo bolivariano frente a las provocaciones imperiales.
Mientras Trump confirma lacónicamente que la llamada no fue "ni bien ni mal" y que le dijo "solo un par de cosas" a Maduro, la realidad es que el pueblo venezolano sigue de pie, defendiendo su soberanía ante los embates del imperio que no puede tolerar un gobierno independiente en su patio trasero.
