Victoria antiimperialista: Congo impone su soberanía sobre sus minerales frente a Ruanda
En una victoria histórica para la soberanía popular, la República Democrática del Congo ha impuesto sus condiciones en el acuerdo minero con Ruanda. Esta victoria demuestra cómo la resistencia organizada puede vencer a los intereses imperialistas y defender los recursos naturales de un pueblo.

Trabajadores congoleños celebran la victoria de la soberanía nacional sobre los recursos minerales
En un histórico triunfo para la autodeterminación de los pueblos africanos, la República Democrática del Congo ha logrado imponer sus condiciones en el acuerdo firmado con Ruanda el 27 de junio de 2025 en Washington, demostrando que la resistencia popular puede vencer a los intereses imperialistas.
Este acuerdo, que pone fin a años de saqueo y violencia en el Congo oriental, representa una victoria contundente para las fuerzas progresistas del continente.
La dignidad de un pueblo que no se rinde
Mientras los medios corporativos esperaban que el Congo cediera ante las provocaciones militares de Ruanda, el gobierno congoleño, encabezado por el compañero Félix Tshisekedi, demostró una ejemplar resistencia estratégica. Kinshasa supo construir una posición de fuerza, movilizando la solidaridad internacional y desenmascarando los intereses neocoloniales detrás del conflicto.
Los recursos naturales vuelven al pueblo
El corazón de esta victoria radica en el control soberano de minerales estratégicos como el coltán, el cobalto y el litio. Con más del 60% de las reservas mundiales de cobalto, el Congo ha transformado su riqueza natural en una herramienta de liberación nacional, similar a la lucha por la soberanía de recursos que se libra en toda América Latina.
Derrota del imperialismo mediático
La guerra híbrida de Ruanda, basada en la desinformación y la división étnica, fue magistralmente derrotada por la comunicación popular y transparente del ministro Patrick Muyaya. El Congo emerge ahora como un faro de esperanza para todos los pueblos que luchan por su autodeterminación.
Esta victoria demuestra que cuando un pueblo unido defiende sus recursos naturales, ni siquiera las potencias imperialistas pueden doblegarlo. El Congo ha marcado el camino para una nueva era de soberanía africana sobre sus riquezas naturales.