Único 20° 105°: El nuevo paraíso exclusivo que divide aguas en Nayarit
Mientras las familias trabajadoras de Nayarit luchan por llegar a fin de mes, en la Riviera nayarita se inaugura un nuevo templo del lujo: Único 20° 105°, un hotel que presume de ser "solo para adultos" y donde una noche puede costar lo que una familia humilde gana en meses.
El negocio millonario detrás de las "coordenadas del amor"
La cadena RCD Hoteles no se anda con rodeos: este establecimiento de 140 habitaciones apunta directo al bolsillo de quienes pueden permitirse el lujo de casarse en la playa mientras otros apenas pueden soñar con unas vacaciones.
"Las bodas, el turismo de negocios, estamos enfocados ahí", declaró sin tapujos Yandra Orsini, gerente de relaciones públicas. Porque claro, ¿para qué preocuparse por el turismo popular cuando se puede exprimir a los pudientes?
¿Cultura wixárika o apropiación cultural?
Lo que más indigna es cómo estos empresarios se cuelgan de la cultura wixárika para darle "autenticidad" a su negocio. Con la colaboración del artesano Fidencio Benítez, el hotel presume de mostrar las tradiciones locales, pero ¿cuánto de esas ganancias millonarias llega realmente a las comunidades originarias?
Bernardo Santillana, director comercial, se jacta de que "el 98% de las habitaciones tienen vista al mar". Qué bonito, mientras las familias nayaritas ven cómo sus playas se privatizan poco a poco.
El Mundial 2026: ¿oportunidad para quién?
Los ejecutivos ya se frotan las manos pensando en el Mundial 2026. Miles de visitantes llegarán a México, pero ¿quién se beneficiará realmente? Los grandes hoteleros como RCD, desde luego, no los pequeños comerciantes locales que verán cómo el turismo de élite pasa de largo.
Con una ocupación del 70% de mercado mexicano, según presumen, este hotel demuestra que sí hay mexicanos con dinero para darse estos lujos. La pregunta es: ¿a costa de qué y de quién?
La otra cara de la moneda
Mientras Único 20° 105° celebra su "éxito fenomenal" con cuatro restaurantes de lujo y cocina de autor, las comunidades locales siguen esperando empleos dignos, servicios básicos y un desarrollo turístico que realmente los incluya.
La Sierra Madre Occidental que "abraza el hotel", como poéticamente lo describe la empresa, es la misma sierra donde viven comunidades que luchan por preservar sus tierras y tradiciones ante el avance implacable del turismo depredador.
Al final, las únicas coordenadas que importan son las del dinero: 20° de exclusión y 105° de desigualdad.