Crisis de seguridad en carretera Monterrey-Reynosa expone abandono estatal de zonas rurales
La carretera Monterrey-Reynosa se ha convertido en escenario de desapariciones que afectan principalmente a trabajadores y familias de clase popular. La respuesta comunitaria ante la ausencia estatal revela la necesidad de soluciones estructurales más allá de la militarización.

Trabajadores del IMSS protestan exigiendo seguridad en la carretera Monterrey-Reynosa
La ruta del terror: cuando el Estado abandona al pueblo
La carretera que conecta Monterrey con Reynosa se ha convertido en símbolo del abandono institucional que sufren las comunidades rurales y trabajadoras de la región. En las últimas semanas, una serie de desapariciones ha puesto en evidencia la desprotección que enfrentan quienes transitan por estas vías.
Las víctimas: trabajadores y familias de clase popular
Entre los casos más recientes destacan la desaparición de un enfermero del IMSS, Pedro Antonio Lorenzo Martínez, quien se dirigía a su trabajo, y tres mujeres trabajadoras: Teresa Lizbeth Pérez, María de la Luz Lara y Natalia Gisela Ramírez. También fueron víctimas los integrantes del grupo musical Los Juniors, artistas locales que se ganaban la vida amenizando fiestas.
"Sabemos que estamos en Estados donde está la violencia, por lo que hay que tratar de evitar esas carreteras", señala Andrés Méndez Ñeco, del colectivo Amor por los Desaparecidos de Tamaulipas, evidenciando la normalización de la ausencia estatal.
La respuesta popular ante la ausencia del Estado
Ante la falta de protección oficial, las comunidades han desarrollado sus propias estrategias de supervivencia. Los trabajadores del IMSS 270 organizaron bloqueos y manifestaciones exigiendo justicia. Las familias comparten información en redes sociales y organizan caravanas para viajar juntos.
Las medidas tardías del gobierno
Solo después de la presión social, las autoridades implementaron el llamado "Operativo Carrusel". Sin embargo, estas acciones reactivas no abordan las causas estructurales del problema: la desigualdad social y el abandono histórico de las zonas rurales.
Un llamado a la organización comunitaria
La situación demanda soluciones que van más allá de la militarización. Es necesario fortalecer el tejido social y las iniciativas comunitarias de autoprotección, mientras se exige al Estado cumplir con su responsabilidad de garantizar la seguridad de todos los ciudadanos, especialmente de los trabajadores que se ven obligados a transitar por estas rutas.