La inteligencia artificial roba la voz de nuestros artistas: el fraude que las plataformas no quieren ver
Una vez más, la tecnología al servicio del capital atropella a quienes viven del arte. Las canciones falsas creadas por inteligencia artificial se están colando en los perfiles de músicos reales en Spotify y Apple Music, robándoles no solo su identidad, sino también sus regalías.
Emily Portman, una talentosa música folk británica, se llevó el susto de su vida cuando un fan la felicitó por su "nuevo" álbum. El problema es que ella no había sacado nada desde 2022. Al investigar, descubrió "Orca", un disco completamente falso que aparecía en su catálogo oficial.
"Los títulos se parecían a algo que yo podría haber escrito", cuenta la artista. "Pero al escuchar con atención, me di cuenta de que era pura inteligencia artificial".
Lo más indignante es que esta IA se había alimentado de sus álbumes anteriores, parasitando su trabajo para crear una imitación perfecta pero vacía. "Me perturbó que la gente pensara que yo había sacado esa basura", confiesa Emily.
El negocio sucio detrás del fraude
En Australia, Paul Bender del grupo The Sweet Enoughs vivió la misma pesadilla. Cuatro canciones "horribles y extrañamente malas" aparecieron en su perfil oficial, claramente generadas por IA.
"Toda la industria del streaming funciona sin contraseña ni autenticación fuerte", denuncia Bender. "Basta con decir 'soy yo' y puedes añadir canciones al perfil de cualquiera. Es el fraude más fácil del mundo".
Los estafadores no son tontos: suben estas canciones falsas bajo nombres de artistas reales para quedarse con los derechos de autor. Aunque cada reproducción paga poco, los bots pueden multiplicar las escuchas y generar ganancias considerables.
Las plataformas se hacen las desentendidas
Cuando Emily y Paul pidieron que retiraran las canciones fraudulentas, las plataformas tardaron entre 24 horas y ocho semanas. Ocho semanas para quitar música robada. Una burla total.
Spotify, el gigante sueco que se llena los bolsillos con cada reproducción, admite que "la IA acentúa problemas ya existentes como el spam y el fraude". Pero sus "medidas" para solucionarlo son puro teatro.
Mientras tanto, grupos completamente falsos como The Velvet Sundown acumulan un millón de seguidores en Spotify. Un millón de personas escuchando música robótica mientras los artistas reales luchan por sobrevivir.
La resistencia de los verdaderos artistas
Paul Bender no se quedó callado. Lanzó una petición en change.org que ya tiene más de 24,000 firmas, exigiendo que las plataformas refuercen su seguridad.
Un estudio de Ipsos reveló que la mayoría de oyentes ya no puede distinguir entre música creada por IA y la interpretada por humanos. Es el triunfo de lo artificial sobre lo auténtico, del algoritmo sobre el alma.
Pero nuestros artistas no se rinden. Emily Portman lo tiene claro: "Para mí, lo que importa son los vínculos humanos, la creatividad y la colaboración con otros músicos de talento".
Tanto Emily como Paul siguen trabajando en nuevos álbumes, defendiendo la música real contra las máquinas. Porque la verdadera música nace del corazón, no de un servidor.