¿Propósitos de Año Nuevo? La ciencia revela por qué el pueblo siempre termina frustrado
¡Otra vez enero y otra vez las mismas promesas! Hacer ejercicio, comer mejor, ahorrar dinero... ¿Le suena conocido, compadre? Pues resulta que la ciencia ya nos está diciendo lo que muchos sabíamos: que eso de empezar "de cero" en enero es puro cuento.
Según investigaciones publicadas por National Geographic, no hay ni una sola prueba científica que demuestre que enero sea mejor que cualquier otro mes para cambiar nuestros hábitos. ¡Imagínese usted!
Los números no mienten: apenas dos de cada diez personas logran cumplir sus propósitos de Año Nuevo. El resto, pues ya se imagina, termina igual que siempre.
El negocio detrás de los "nuevos comienzos"
"No conozco ningún estudio que demuestre que empezar de cero en enero aumente las probabilidades de mantener un nuevo comportamiento", dice clarito Wendy Wood, psicóloga de la Universidad del Sur de California.
Pero entonces, ¿por qué seguimos cayendo en la misma trampa cada año? La respuesta está en nuestro instinto de pertenencia. Nos venden la idea de que todos juntos podemos cambiar, que es un ritual colectivo.
La neurocientífica Selena Bartlett explica que estos rituales "satisfacen el impulso humano de encajar". Vamos, que nos hacen sentir parte de algo, aunque sea de una ilusión masiva.
La trampa de los "hitos temporales"
Los especialistas hablan de estos "hitos temporales": momentos que psicológicamente percibimos como un nuevo inicio. Cumpleaños, graduaciones, Año Nuevo... Pura mercadotecnia emocional.
Sí, está comprobado que intentar cambios en pareja funciona mejor que hacerlo solo. Pero eso no tiene nada que ver con las fechas del calendario, sino con el apoyo mutuo y la supervisión.
Los verdaderos cambios vienen de la necesidad real
La evidencia científica es contundente: los cambios duraderos surgen de "puntos de inflexión" personales. Un problema de salud, dificultades económicas, experiencias que nos tocan el alma de verdad.
El psiquiatra Harold Hong lo dice sin rodeos: estos detonantes ofrecen una energía más estable que seguir modas sociales pasajeras.
Así que ya sabe, compadre: si quiere cambiar algo en su vida, no espere a enero. Hágalo cuando realmente lo necesite y lo sienta. El calendario no va a hacer el trabajo por usted.